sábado, 12 de marzo de 2016

Autoritarismo, violencia y cambios. Las mechas del incendio

Por JESÚS SOSA CASTRO

El gobierno de Peña Nieto está deslizándose hacia un autoritarismo policiaco-militar. Con sus políticas, prácticamente ha acabado con los sindicatos, con las organizaciones sociales y ahora va contra mujeres y hombres de pueblos. Lo que está haciendo con las autodefensas de Michoacán, es la aplicación de una política infame, de apoyo al crimen organizado y de represión contra las fuerzas populares que lo combaten. Miles de soldados están desarmando, asesinando y deteniendo a los que defienden sus vidas, sus mujeres y su patrimonio. La tierra de Lázaro Cárdenas es hoy un cuartel del ejército, la marina y la policía federal. Dicen combatir a los narcos y sólo están yendo contra las autodefensas comunitarias. Crece la protesta Nacional. El único ciego y mudo es el Congreso federal. No es el fascismo aún, pero crece la tentación  y el ensayo para medirle el agua a los camotes
No se pueden ver de otra manera los hechos que ocurren a lo largo y ancho del país. La restricción a los derechos de manifestación pública y el entreguismo de la riqueza nacional a las empresas transnacionales, son un hecho ominoso. No hay consulta de nada a nadie. Todo lo decide la oligarquía acompañada por las burocracias del PRIANRD. El ejército que debiera ser el guardián de la soberanía y de sus riquezas naturales, hoy reprime, encarcela y mata a inocentes en tierras de Michoacán. Las policías, se han apropiado de las calles y de las plazas públicas en abierta violación de los derechos constitucionales. El encapsulamiento, la criminalización de la protesta social y los intentos de regular las manifestaciones; son  la aplicación de una política autoritaria y filo fascista que comparten MAM y EPN
Los sectores que se han atrevido a defender sus derechos, han sido crecientemente apaleados y marginados. Nadie ha logrado impedir la aniquilación política de organizaciones como el SME y el movimiento de la CNTE. Van por los trabajadores petroleros, mineros, trabajadores del campo y los estudiantes. Todos han sido o están siendo castigados por separado, sin haber podido articular una respuesta masiva
Morena, podemos decirlo, es la única fuerza que hasta hoy, no ha sido reprimida. Esta actitud del gobierno no es garantía de que en el futuro inmediato o mediato no lo vaya a ser. Peña Nieto y Mancera se han contenido, porque nuestras acciones han sido pacíficas y en apego a los derechos constitucionales. Pero en el momento en que Morena se ligue más a las luchas sociales, cuestione sus políticas, y amplíe el espectro de sus acciones, el régimen peñanietista pondrá en práctica lo que de manera sobrada sabe hacer: reprimir  
Andrés Manuel dice que Morena les tiene más confianza a los ciudadanos que a los dirigentes de los partidos, y tiene mucha razón. Indica que el dirigente principal de Morena le preocupa lo mismo que a mucha gente de esa organización. Pero esa alianza de la que habla AMLO hay que trabajarla YA y hacerlo a partir de las luchas diarias, poniendo por delante las interacciones, demandas y tiempos de las fuerzas en lucha. Esto debe ser así, porque el régimen priista, nos van a seguir pegando a cada quien por nuestro lado y va hacer todo lo posible para que Morena y sus aliados, no se conviertan en una alternativa real de poder y de cambio.  Lo único que revertirá las cosas, es esa alianza de que se habla con todas las fuerzas que están siendo afectadas por las políticas de los oligarcas
Para avanzar en esta dirección surgen varios requerimientos que conviene empezar a trabajar. Hay que evitar que el sube y baja de Morena se dé según las circunstancias y el líder que la convoque. Durante el Cerco se vio que más allá de AMLO, no contamos con otros dirigentes con la capacidad de llamar, dirigir y entusiasmar a los ciudadanos que conocieron nuestros llamados. Los directivos que hoy tiene Morena, con raras excepciones, no están a la altura de las circunstancias. Son operadores políticos muy leales a AMLO pero muy alejados de las bases de Morena y del pueblo trabajador
Si queremos transformar al país, si queremos echar del poder al PRIAN y a sus achichincles, si queremos paz en el país, necesitamos crear esa ORGANIZACIÓN que nos lleve hacia ese objetivo. Dirigida por líderes competentes y con autoridad política y moral. Necesitamos un partido, que en cualquier circunstancia pueda ser alternativa política y con capacidad de dirección. No queremos a dirigentes que desatiendan el Proyecto de la gente por andar trabajando para el suyo. ¡Pasó el tiempo de los arribistas, es tiempo de los ciudadanos!
En la medida en que se agudicen las contradicciones sociales, va a crecer el trabajo y la necesaria unidad que busca Morena. ¡Por lo menos eso es lo deseable!  La conciencia de las masas, su actividad política y su organización revolucionaria, deberán corresponderse con la acción y con sus propuestas. Las medidas represivas que se avizoran en contra de los trabajadores y de Morena, requieren de objetivos precisos, orientaciones políticas claras y oportunas y de medidas organizativas para crecer como una fuerza alternativa. La lucha, nuestra lucha, se sostiene y hasta se fortalece cuando los hechos confirman la justeza de las ideas y los alcances de los proyectos. ¡Sin esto, todo se queda en palabras!

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