Las flotaciones
escatológicas de la oposición
Por JESÚS
SOSA CASTRO
Solo han pasado tres semanas de la elección de la mitad del
poder judicial y ya la derecha se está vomitando de coraje. Y es que del 2018
para acá no ha visto ni un solo triunfo. Se está ahogando en las aguas negras
de las intrigas, de la manipulación y de la rabia. Todo esto les infecta el
hígado y el cerebro. Como decía el clásico, ningún chile les embona. La
presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el 85% de la población, a pesar de ellos,
hemos construido la democracia, se sacó de la pobreza a once millones de
mexicanos y se ha logrado la mejoría económica de la mayoría de la población
¡Y algo más! todavía no cumple siete años el proyecto de la
4t y ya las criaturas de la oposición andan chille y chiche pidiendo su mamila.
No está mal que busquen resolver su hambre de poder y sus privilegios perdidos,
lo que está mal es que lo quieran hacer mintiendo, desinformando y vomitando
estridencias en contra del proyecto de gobierno que ahora encabeza la
presidenta Dra. Claudia Sheinbaum Pardo ¿Por qué andan haciendo esto? Porque
atrás de ellos no hay proyecto, ni trabajo con los ciudadanos, no hay
conocimiento de la política, no conocen los problemas. ¡Son sólo cazadores de
puestos!
Su oportunismo va ligado a una concepción nefanda de hacerse
de recursos económicos y políticos. No quieren ser representantes populares
para cambiar las leyes a favor del pueblo, ¡No! Lo que hacen es construir una
plataforma para enquistarse en el poder y seguir viviendo del presupuesto. El art.
39 constitucional que establece que “La soberanía reside esencial y
originalmente en el pueblo” ha sido castrado por esta casta de vividores y siempre
se lo habían pasado por el arco del triunfo
Tenemos casos patéticos. La política que impulsa Ricardo
Anaya, Alejandro Moreno (Alito) Guadalupe Acosta Naranjo y otros, son la
ultrosa expresión de la vileza humana, del odio, del clasismo, el racismo y el
desprecio a la lucha del pueblo. En su historia personal y en sus acciones
políticas, no hay muestra alguna de que hayan impulsado propuestas de cambio en
beneficio de los ciudadanos, su pobreza intelectual, su ceguera política y la
lejanía respecto de las demandas y exigencias de la gente es su signo vital.
Las reformas constitucionales que hicieron cuando estuvieron en el gobierno
fueron para entregar las empresas y las riquezas de la nación a privados y extranjeros
Quienes creíamos que el encargo para un puesto público de
parte de estos gandayas de la política podía ser la huella de su trabajo a
favor del país, resultó ser una botarga. Cuando ser representante popular debe tener
como cartas credenciales, su trabajo, su honestidad, proyecto de gobierno y
lealtad a los intereses del pueblo y de la nación. Pero el espejo al través del cual los
miran los ciudadanos muestra los viejos intentos de vivir de la corrupción y
del dinero del pueblo. ¡Lo demás es flotar en el excremento!
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