miércoles, 22 de abril de 2015

No estamos todos los que somos
Por JESÚS SOSA CASTRO
Cuando una lectora de La Jornada preguntaba ¿En dónde están los obreros, los campesinos, los politécnicos, los de la UNAM, las amas de casa, el pueblo y los demás? ¿En dónde los empleados y dónde los pobres? Yo, ciudadano común y corriente veo que esta compañera, está poniendo los puntos sobre las íes. Hasta hoy, solo los estudiantes de Ayotzinapa, los padres de familia, los maestros de algunas secciones democráticas de la CNTE, los jornaleros de San Quintín y algunos otros demandantes de reivindicaciones sectoriales son los que parecen que luchan a favor del país. Y concluye: ¿Dónde están los demás? Con ella, yo también pregunto ¿Qué hacer con tanta verdad?
Morena es una organización partidista que está naciendo en medio de una serie de luchas y contradicciones políticas y sociales. La ruta en la que va, ubica a este partido como la fuerza más activa pero la más contradictoria. Aún insuficientemente ligada a las necesidades del pueblo y al mismo tiempo, la única organización de las existentes que más apoya la gente. En el espectro de fuerzas que existen en México, Morena puede ser, la única capaz de encabezar una revolución política y cultural que transforme la situación que vivimos en México
A raíz de la aprobación de la reformas estructurales, especialmente la energética, la del trabajo y de Educación, han aflorado el entreguismo, la incapacidad, el patrioterismo,  y la insensibilidad de una clase política decadente, sumisa y corrupta hasta la médula. En las luchas por defender el patrimonio y los derechos de los trabajadores, pocos sectores del pueblo y algunos intelectuales elevaron su protesta y se movilizaron en las calles contra las políticas demenciales de Peña y su corte de aduladores 
El trabajo político de AMLO es inestimable. Lo que es grave, es que fuera de él, no haya líderes que a su lado, tengan la inteligencia, la capacidad de trabajo y el entendimiento para explicar y organizar al pueblo con el objeto de participar en una situación tan compleja y tan urgida de cambiarse. Morena no está desarrollando cuadros, por lo menos los necesarios, para impedir que ocurra lo que se dio con su ausencia durante el cerco al Senado. Estos equívocos tienen que ver con la falta de convocatoria de los dirigentes intermedios, con la inexistencia de una dirección colectiva, con la flaqueza de los liderazgos  nacionales, con la indefinición hacia las políticas regresivas y represoras de Mancera y con la falta de una política, precisa y maciza, sobre lo que hay que hacer en estos momentos de crisis
Sé que los líderes no nacen en maceta. Son resultado de una experiencia que se forja en la lucha, en el contacto permanente con la gente y sobre todo, en el trabajo cotidiano, con iniciativa y conocimiento de los problemas. Morena y sus líderes son una gama de expresiones y de orígenes políticos distintos. Tanto la organización como su dirigencia, son resultado de una plural realidad que vive el país. Sus contradicciones y su composición social son lo que es el país. No obstante, Morena no puede sentirse satisfecha con los resultados alcanzados. A medida que los problemas crecen y crece su complejidad, aparece con mayor evidencia la debilidad ideológica, política y cultural de una dirección, que hasta hoy, se observa incapaz, dispersa y desorganizada. El único que va y viene por el país, el que propone y dispone, es Andrés Manuel López Obrador 
Si Morena es una fuerza pluriclasista, si es verdad que trabaja para ser el motor que puede impulsar los cambios políticos, sociales y culturales que demanda la nación, entonces, hay que trabajar por una Dirección colectiva, competente, incuestionada, democrática, incluyente y creíble que requiere la sociedad. Cosa que no tienen ni quieren tener los otros partidos, esa es otra causa más de sus crisis actuales. El punto que une a todos estos sectores pluriclasistas en el seno de Morena, es la lucha por la transformación del país, la honestidad, la administración transparente de los asuntos públicos, la lucha contra la corrupción, el sentido nacional y el patriotismo
Por eso su compromiso es enorme. El partido Nuevo que miles de ciudadanos estamos construyendo, es un partido democrático y su dirigente principal es un demócrata reformador. Somos una organización política donde caben el pensamiento pequeñoburgués y el pensamiento revolucionario. Justo por eso sus planteamientos son solo democráticos. Los ojos y las ideas de los dirigentes de Morena no son los ojos y las ideas de todos los militantes ni son tampoco los de aquellos que andan planteando anular su voto o dejar de votar. En el análisis que falta, deben contemplarse las visiones de esa pluralidad para no sufrir  frustraciones

Yo estoy seguro que de no ser Morena, ninguno de los partidos existentes podrán ser instrumentos de lucha para el cambio social. Lo que se busca para el país, lo va a lograr la fuerza que tenga capacidad para entender el momento que se vive, la que haga una caracterización adecuada de las fuerzas que concurren a la escena política nacional, quien entienda correctamente las necesidades que tiene la sociedad y la que asuma un liderazgo lo suficientemente fuerte y sensible ante los acontecimientos que sacuden al país. ¡Nada más, pero nada menos!

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