No estamos todos los
que somos
Por JESÚS SOSA CASTRO
Cuando una lectora
de La Jornada preguntaba ¿En dónde están los obreros, los campesinos, los politécnicos, los de la
UNAM, las amas de casa, el pueblo y los demás? ¿En dónde los empleados y dónde
los pobres? Yo, ciudadano común y corriente veo que esta compañera, está
poniendo los puntos sobre las íes. Hasta hoy, solo los estudiantes de
Ayotzinapa, los padres de familia, los maestros de algunas secciones democráticas
de la CNTE, los jornaleros de San Quintín y algunos otros demandantes de
reivindicaciones sectoriales son los que parecen que luchan a favor del país. Y
concluye: ¿Dónde están los demás? Con ella, yo también pregunto ¿Qué hacer con
tanta verdad?
Morena es una organización partidista que está naciendo en medio de una serie de luchas y
contradicciones políticas y sociales. La ruta en la que va, ubica a este
partido como la fuerza más activa pero la más contradictoria. Aún
insuficientemente ligada a las necesidades del pueblo y al mismo tiempo, la
única organización de las existentes que más apoya la gente. En el espectro de
fuerzas que existen en México, Morena puede ser, la única capaz de encabezar una
revolución política y cultural que transforme la situación que vivimos en
México
A raíz de la aprobación de la reformas estructurales,
especialmente la energética, la del trabajo y de Educación, han aflorado el
entreguismo, la incapacidad, el patrioterismo,
y la insensibilidad de una clase política decadente, sumisa y corrupta
hasta la médula. En las luchas por defender el patrimonio y los derechos de los
trabajadores, pocos sectores del pueblo y algunos intelectuales elevaron su
protesta y se movilizaron en las calles contra las políticas demenciales de
Peña y su corte de aduladores
El trabajo político de AMLO es inestimable. Lo que es grave,
es que fuera de él, no haya líderes que a su lado, tengan la inteligencia, la
capacidad de trabajo y el entendimiento para explicar y organizar al pueblo con
el objeto de participar en una situación tan compleja y tan urgida de
cambiarse. Morena no está desarrollando cuadros, por lo menos los necesarios,
para impedir que ocurra lo que se dio con su ausencia durante el cerco al
Senado. Estos equívocos tienen que ver con la falta de convocatoria de los
dirigentes intermedios, con la inexistencia de una dirección colectiva, con la
flaqueza de los liderazgos nacionales, con
la indefinición hacia las políticas regresivas y represoras de Mancera y con la
falta de una política, precisa y maciza, sobre lo que hay que hacer en estos
momentos de crisis
Sé que los
líderes no nacen en maceta. Son resultado de una experiencia que se forja en la
lucha, en el contacto permanente con la gente y sobre todo, en el trabajo
cotidiano, con iniciativa y conocimiento de los problemas. Morena y sus líderes
son una gama de expresiones y de orígenes políticos distintos. Tanto la
organización como su dirigencia, son resultado de una plural realidad que vive
el país. Sus contradicciones y su composición social son lo que es el país. No
obstante, Morena no puede sentirse satisfecha con los resultados alcanzados. A
medida que los problemas crecen y crece su complejidad, aparece con mayor
evidencia la debilidad ideológica, política y cultural de una dirección, que
hasta hoy, se observa incapaz, dispersa y desorganizada. El único que va y
viene por el país, el que propone y dispone, es Andrés Manuel López
Obrador
Si Morena es
una fuerza pluriclasista, si es verdad que trabaja para ser el motor que puede
impulsar los cambios políticos, sociales y culturales que demanda la nación,
entonces, hay que trabajar por una Dirección colectiva, competente,
incuestionada, democrática, incluyente y creíble que requiere la sociedad. Cosa
que no tienen ni quieren tener los otros partidos, esa es otra causa más de sus
crisis actuales. El punto que une a todos estos sectores pluriclasistas en el
seno de Morena, es la lucha por la transformación del país, la honestidad, la
administración transparente de los asuntos públicos, la lucha contra la
corrupción, el sentido nacional y el patriotismo
Por eso su compromiso es enorme. El partido Nuevo que miles
de ciudadanos estamos construyendo, es un partido democrático y su dirigente principal
es un demócrata reformador. Somos una organización política donde caben el
pensamiento pequeñoburgués y el pensamiento revolucionario. Justo por eso sus
planteamientos son solo democráticos. Los ojos y las ideas de los dirigentes de
Morena no son los ojos y las ideas de todos los militantes ni son tampoco los
de aquellos que andan planteando anular su voto o dejar de votar. En el
análisis que falta, deben contemplarse las visiones de esa pluralidad para no
sufrir frustraciones
Yo estoy seguro que de no ser Morena, ninguno de los partidos
existentes podrán ser instrumentos de lucha para el cambio social. Lo que se
busca para el país, lo va a lograr la fuerza que tenga capacidad para entender
el momento que se vive, la que haga una caracterización adecuada de las fuerzas
que concurren a la escena política nacional, quien entienda correctamente las
necesidades que tiene la sociedad y la que asuma un liderazgo lo
suficientemente fuerte y sensible ante los acontecimientos que sacuden al país.
¡Nada más, pero nada menos!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario