Si no ardemos juntos, ¿quién iluminará
esta oscuridad?
Por JESUS SOSA CASTRO
Esta es una hermosa frase de #YoSoy132. La construyeron con
el alma, la llenaron de convicciones, de juventud y de frescura. Surgió a
consecuencia de que el sistema, los partidos, los políticos, no entendieron
jamás lo que esta frase y el movimiento encierran. El encendido de esta luz se
hizo al pie de la empresa televisa, que ha cultivado la frivolidad, el olvido y
la manipulación. Una empresa que no le interesa la cultura, la verdad, la
transparencia informativa. Televisa, TV Azteca, Milenio y otros medios
informativos, surgieron al amparo del poder, del chantaje y del servilismo.
Durante más de ocho décadas el sistema político fue tejiendo
enormes redes de intereses económicos y políticos. Los partidos, llamados a
defender al pueblo o a su clase, pronto
fueron cooptados por el poder y se convirtieron en instrumentos a su servicio.
Se olvidaron de la gente, especialmente de los pobres y del México profundo, y
poco a poco se convirtieron en élites chapulinescas, que dieron origen al
repudio de amplias franjas sociales especialmente de los jóvenes. El sistema,
las televisoras, la mayoría de los medios impresos y los partidos de derecha,
no tomaron nota debida de lo que fue y lo que planteaba el movimiento del
68-71. Cuando mucho, cada dos de octubre y diez de junio, conmemoraban sin
mayor convicción el heroísmo de cientos de muchachos que fueron masacrados por
los gobiernos del PRI.
Los más afectados por los regímenes prianistas han sido los
de siempre. Los pobres, nuestros indios, los obreros, los campesinos, los
jóvenes. Durante décadas estos sectores han aguantado la represión, el hambre,
la violencia, el olvido y la exclusión. De pronto, cuatro políticos son
convocados por los estudiantes para que vayan a sus escuelas a presentar sus
proyectos y propuestas de gobierno. Sólo
AMLO entendió el momento y la necesidad de atender ese llamado. Los otros
candidatos asistieron llenos de terror porque nunca han sido cercanos a las
letras, a los libros, a la cultura, y por consiguiente, a los jóvenes. Peña
Nieto y Josefina les fue como en feria, mientras Andrés Manuel lo recibían con
el grito de ¡Presidente, Presidente!
Pero los ochenta años de los priistas en el poder no le
dieron ni experiencia ni sabiduría. Trataron a los estudiantes con desprecio. Los
acusaron de porros, de provocadores y de acarreados. Fue la Universidad
Iberoamericana la que parió a los jóvenes que demandaban justicia respecto de
la masacre de Atenco, sobre la matanza de Aguas Blancas y de Acteal. Su protesta fue desoída. A cambio, a Peña
Nieto le salió la arrogancia y con sorna aceptó haber sido el responsable de la
muerte, violación y encarcelamiento de hombres,
mujeres y de sus líderes. Allí nació #YoSoy131 y después surgió el #YoSoy132.
A partir del 11 de mayo los estudiantes de todas las escuelas
superiores del país han dado zancadas en pos de la construcción de una historia
nueva. Se convirtieron en los protagonistas de un nuevo quehacer político. Le
imprimieron a su movimiento un gran empuje, frescura, decisión y trabajo. Se
declaró apartidista pero no apolítico. ¡Justo por eso ha podido avanzar y
convertirse en un referente obligado en la lucha electoral! Puso nerviosos a
los prianistas y generó reacciones antidemocráticas, amenazantes y
divisionistas. Peña Nieto y sus huestes se lanzaron contra el #Yosoy132 con la
intención de quebrarlo y evitar que siguiera cuestionando el sistema político,
el papel de Televisa, TV Azteca, Milenio y la cadena de los Vázquez Raña.
Pero como ocurre con los grandes movimientos el #YoSoy132 resultó
mucha pieza para los corruptos del PRI. Este Movimiento ¡VA! Y lo mejor. Va con
una autoridad moral de enormes proporciones. Ha demostrado que es una fuerza
democrática, que es una fuerza nacional, capaz de organizar foros y discutir en
ellos los problemas que aquejan al país. Es un movimiento con poder de
convocatoria. Llevó a un debate ciudadano a tres de los cuatro candidatos a la
Presidencia de la República. Y sobre todo, hay que reconocer que estos jóvenes,
impulsores y organizadores de este movimiento, saben el oficio de hacer
política sin ceder espacios al oportunismo y a la traición. Los chaqueteros se
han ido, nunca fueron del #YoSoy132. Los incrustó el PRI para socavarlo y
dividirlo. Pero otra vez se equivocaron. ¡Los jóvenes son mucha medicina! La
convicción de transformar al país, de humanizar y democratizar la política se
encuentra entre su piel. Si no ardemos juntos, ¿quién iluminará esta oscuridad?
es una de sus frases tan cierta, tan sensata, tan oportuna, que los ha
colocado, de pronto, en pensadores veraces y profundos. Con ellos creo que nadie
tiene derecho a dividir a las fuerzas del cambio verdadero. Ya no queremos
vivir en el oscurantismo cultural y político. Queremos otro México y a eso
estamos apostándole millones de ciudadanos de todo el país. En esta grandiosa
tarea vamos del brazo con nuestra juventud, hoy dignamente representada por el
Movimiento #YoSoy132
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