sábado, 11 de abril de 2015

Si no ardemos juntos, ¿quién iluminará esta oscuridad?
Por JESUS SOSA CASTRO
Esta es una hermosa frase de #YoSoy132. La construyeron con el alma, la llenaron de convicciones, de juventud y de frescura. Surgió a consecuencia de que el sistema, los partidos, los políticos, no entendieron jamás lo que esta frase y el movimiento encierran. El encendido de esta luz se hizo al pie de la empresa televisa, que ha cultivado la frivolidad, el olvido y la manipulación. Una empresa que no le interesa la cultura, la verdad, la transparencia informativa. Televisa, TV Azteca, Milenio y otros medios informativos, surgieron al amparo del poder, del chantaje y del servilismo.
Durante más de ocho décadas el sistema político fue tejiendo enormes redes de intereses económicos y políticos. Los partidos, llamados a defender al pueblo o a su clase,  pronto fueron cooptados por el poder y se convirtieron en instrumentos a su servicio. Se olvidaron de la gente, especialmente de los pobres y del México profundo, y poco a poco se convirtieron en élites chapulinescas, que dieron origen al repudio de amplias franjas sociales especialmente de los jóvenes. El sistema, las televisoras, la mayoría de los medios impresos y los partidos de derecha, no tomaron nota debida de lo que fue y lo que planteaba el movimiento del 68-71. Cuando mucho, cada dos de octubre y diez de junio, conmemoraban sin mayor convicción el heroísmo de cientos de muchachos que fueron masacrados por los gobiernos del PRI.
Los más afectados por los regímenes prianistas han sido los de siempre. Los pobres, nuestros indios, los obreros, los campesinos, los jóvenes. Durante décadas estos sectores han aguantado la represión, el hambre, la violencia, el olvido y la exclusión. De pronto, cuatro políticos son convocados por los estudiantes para que vayan a sus escuelas a presentar sus proyectos y propuestas de gobierno.  Sólo AMLO entendió el momento y la necesidad de atender ese llamado. Los otros candidatos asistieron llenos de terror porque nunca han sido cercanos a las letras, a los libros, a la cultura, y por consiguiente, a los jóvenes. Peña Nieto y Josefina les fue como en feria, mientras Andrés Manuel lo recibían con el grito de ¡Presidente, Presidente!
Pero los ochenta años de los priistas en el poder no le dieron ni experiencia ni sabiduría. Trataron a los estudiantes con desprecio. Los acusaron de porros, de provocadores y de acarreados. Fue la Universidad Iberoamericana la que parió a los jóvenes que demandaban justicia respecto de la masacre de Atenco, sobre la matanza de Aguas Blancas y de Acteal.  Su protesta fue desoída. A cambio, a Peña Nieto le salió la arrogancia y con sorna aceptó haber sido el responsable de la muerte, violación  y encarcelamiento de hombres, mujeres y de sus líderes. Allí nació #YoSoy131 y después surgió el #YoSoy132.
A partir del 11 de mayo los estudiantes de todas las escuelas superiores del país han dado zancadas en pos de la construcción de una historia nueva. Se convirtieron en los protagonistas de un nuevo quehacer político. Le imprimieron a su movimiento un gran empuje, frescura, decisión y trabajo. Se declaró apartidista pero no apolítico. ¡Justo por eso ha podido avanzar y convertirse en un referente obligado en la lucha electoral! Puso nerviosos a los prianistas y generó reacciones antidemocráticas, amenazantes y divisionistas. Peña Nieto y sus huestes se lanzaron contra el #Yosoy132 con la intención de quebrarlo y evitar que siguiera cuestionando el sistema político, el papel de Televisa, TV Azteca, Milenio y la cadena de los Vázquez Raña.
Pero como ocurre con los grandes movimientos el #YoSoy132 resultó mucha pieza para los corruptos del PRI. Este Movimiento ¡VA! Y lo mejor. Va con una autoridad moral de enormes proporciones. Ha demostrado que es una fuerza democrática, que es una fuerza nacional, capaz de organizar foros y discutir en ellos los problemas que aquejan al país. Es un movimiento con poder de convocatoria. Llevó a un debate ciudadano a tres de los cuatro candidatos a la Presidencia de la República. Y sobre todo, hay que reconocer que estos jóvenes, impulsores y organizadores de este movimiento, saben el oficio de hacer política sin ceder espacios al oportunismo y a la traición. Los chaqueteros se han ido, nunca fueron del #YoSoy132. Los incrustó el PRI para socavarlo y dividirlo. Pero otra vez se equivocaron. ¡Los jóvenes son mucha medicina! La convicción de transformar al país, de humanizar y democratizar la política se encuentra entre su piel. Si no ardemos juntos, ¿quién iluminará esta oscuridad? es una de sus frases tan cierta, tan sensata, tan oportuna, que los ha colocado, de pronto, en pensadores veraces y profundos. Con ellos creo que nadie tiene derecho a dividir a las fuerzas del cambio verdadero. Ya no queremos vivir en el oscurantismo cultural y político. Queremos otro México y a eso estamos apostándole millones de ciudadanos de todo el país. En esta grandiosa tarea vamos del brazo con nuestra juventud, hoy dignamente representada por el Movimiento #YoSoy132


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