sábado, 14 de junio de 2014

Aparte de hambreados, orinados
Por JESUS SOSA CASTRO
Dicen las malas lenguas que cuando el Señor da, da a manos llenas. Y este México lindo, ha recibido de los empoderados en el gobierno, un cúmulo de cosas, solo que todas, en sentido contrario a nuestros derechos y necesidades. Nos han llenado de pobres, de jóvenes sin escuela, de desempleados, de ciento cincuenta mil muertos, de poco más de treinta mil desaparecidos, de un montón de leyes regresivas, de políticos ladrones. Nos han hecho analfabetos funcionales y políticamente dependientes. No contentos con esto, quieren aplastar nuestras protestas, llenar las calles de policías, de soldados y de narcos. Nos están quitando la dignidad, la educación, derechos laborales, prestaciones sociales y la paz. ¡Y andan en busca de más! O sea: aparte de hambreados, orinados
Sin embargo, por donde quiera que uno se mueva, está presente la irritación y el encabronamiento contra el sistema y contra los funcionarios públicos. Crece el desprecio contra los políticos tranzas y las burocracias partidistas. Se acabó el respeto a las instituciones envilecidas y buenas para nada. En contrapartida, la gente está ciudadanizando la política. Avanza la organización popular, se constituyen las policías comunitarias y se construyen puentes para generar unidad. Las luchas sociales empiezan a ser incluyentes y mejor organizadas. Guerrero es la expresión más acabada de estos avances
Al lado, el viejo dinosaurio se resiste a morir. En Veracruz, más bien en el país, la compra y la manipulación del voto siguen presentes de manera grotesca. Las prácticas ilegales, sin embargo, están sumándose al hartazgo social que cimbra a los poderes constituidos. La mafia del poder sigue imponiendo a sus operadores políticos para continuar con los chanchullos electorales. El IFE, un instrumento castrado, inútil y bueno para nada, sigue insolentemente adormecido y entregado a los detentadores del poder y, para colmo, la clientela electoral, empobrecida y adocenada, continúa vendiendo su voto a los partidos del sistema
Los gobiernos de todos los niveles, incluido el del DF, están implementando políticas no para resolver los problemas sociales sino para reprimirlos. Aceleradamente pierden sus bases sociales. Sus llamadas reformas estructurales, las aprobadas y las que están en la agenda del Congreso, no son otra cosa que políticas a modo, regresivas y controladoras, tal como lo exige la OCDE y el Fondo Monetario Internacional. En ellas no están presentes las respuestas a las necesidades y derechos de la gente, sino los intereses empresariales que miran todo en razón de la plusvalía y el negocio. La gente se empobrece de manera creciente y los dueños del poder engordan sus carteras en forma por demás inmoral
Las políticas de Peña Nieto y de Miguel Ángel Mancera, para no mencionar a otros que hacen lo mismo, dan pena ajena. Ambos hablan a favor de los pobres cuando están eliminando conquistas sociales y desarrollando instrumentos represivos que los acotan y golpean. Cuando PN se gasta del erario público seis mil quinientos millones de pesos en la compra del avión presidencial y asigna solo tres mil millones de pesos para controlar a los hambrientos, es una ofensa a todos los ciudadanos de este país. Modernizan el armamento de ejército y policías, los capacitan, no para garantizar la seguridad nacional o cuidar a la gente sino para vigilar las luchas ciudadanas y eventualmente para reprimirlas
Lo que no ven es que la sociedad comienza a despertar. El proyecto económico y político del gobierno, solo ha convencido a las mafias financieras y empresariales así como a la izquierda oportunista. El pueblo está resistiendo y ya se le acredita una capacidad de organización nunca antes vista. Si el gobierno de peña Nieto no toma en cuenta lo que los maestros de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán y DF, junto a los estudiantes, indígenas, campesinos y padres de familia están logrando, y sólo contempla la represión como forma de acallar las inconformidades de los trabajadores, estará errando la ruta para traerle paz al país
Es importante una inmediata rectificación de los posicionamientos y propuestas de PN y de Mancera. Estos actores políticos fundamentales, no pueden ni deben conducirse con la ligereza con que lo vienen haciendo hasta la fecha. Continuar con la violencia, con los miles de muertos, con los desaparecidos, con la represión y con la imposición de leyes regresivas y antidemocráticas, es abonar el terreno para que la irritación y el malestar de la sociedad, se conviertan en las constantes para hacer difícil el logro de la paz y la armonía social que tanta falta le hacen a la República. No hacerlo es seguir violentando las cosas y sumar a la lucha a más sectores sociales que ya no aguantan los atropellos, la frivolidad y las viejas prácticas de los políticos mexicanos. Aún están a tiempo para enmendar la cosa pública que afecta particularmente a los más desprotegidos, y hacer posible que no nos ocurra aquello de que aparte de hambreados, orinados       


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