Los proyectos de
muerte, una enfermedad global
Por JESUS SOSA CASTRO
La sociedad mexicana vuelve a
cargarse de presagios. Por los medios de comunicación independientes, camina
profusamente la versión de que Enrique Peña Nieto se encuentra enfermo. Las
fotografías que circulan, muestran un hombre acabado a pesar de que el 20 de
julio apenas cumpliría 47 años de edad. Lo más grave, sin embargo, está en la
crisis que padece el país. Es una enfermedad terminal. Aquellos que en nombre
del pueblo se encaramaron en el poder, resultaron una basura y están hundiendo
a México. La llamada clase política ya no da para más. Está vieja, artrítica y
ha perdido la memoria. Durante un buen tiempo presumía de ser la heredera de la
Revolución, de sus logros, del pensamiento progresista. ¡Ya todo eso chifló! No
hay nada que les dé crédito político, han vendido todo y arrastran a México
hacia un desfiladero profundo
Millones de ciudadanos sostenemos
que ya es tiempo de construir un nuevo tipo de conducción social. Y es que, los
años que hoy vivimos, son años de inmovilismo y conservación de regímenes y
sistemas obsoletos que han envuelto al pueblo en desventuras económicas,
sociales y culturales sin fin. En la historia, los mexicanos de la
Independencia y de la Revolución, ya hablaban de la necesidad de “derrocar al
mal gobierno” Y desde entonces, los sembradores de esas crisis sociales
levantaban campañas contra “los revoltosos” que por sus planteamientos y
acciones, llevaron a la excomunión a Miguel Hidalgo y lo condenaron a vivir eternamente
en el infierno
Por eso cuando ahora grandes
sectores empiezan a exigir la renuncia de Enrique Peña Nieto no solo por sus
males, sino por su manifiesta incapacidad para gobernar este país, la demanda
de “que se vaya” recupera la vieja frase que a lo largo de la edificación de
nuestra vida nacional viene recogiendo uno de los sentimientos y determinaciones
más profundas y auténticas de la soberanía popular. En ella el pueblo ha hecho
público su hastío y su aversión hacia los gobernantes incapaces y ladrones,
dedicados a enriquecer a una minoría y a esquilmar al resto de los ciudadanos
de México. Sus políticas rapaces y su antipatriotismo, los encontramos por
todas partes. La iniciativa de Ley de Agua y
Sustentabilidad Hídrica de la Ciudad de México, la criminalización de la
protesta social y la modificación del
Hoy no Circula, son una muestra más de lo que están haciendo los políticos priistas,
panistas y perredistas
Enrique
Peña Nieto, cabeza del grupo de la peor plantilla de políticos mercenarios,
están sembrando minas por todo el país que están a punto de estallar. ¡Han
entregado todo! Desde la soberanía nacional hasta los energéticos pasando por
teléfonos, ferrocarriles, carreteras, puertos, playas, costas, aeropuertos. Han
cambiado las minas de oro, plata, cobre y el agua por espejitos. Los gobiernos
estatales, los congresos locales y el congreso federal son la parte más abyecta
que padece la República. En aras de quedar bien con su jefe, no les importa
acabar con el Pacto Federal y con la soberanía de los Estados. Peña Nieto
impone reformas, quita y pone funcionarios de todo nivel y pasea su
autoritarismo con el beneplácito de la inmensa mayoría de los políticos y
poderes traidores al pueblo y a la nación
¿Interesa al gobierno la pobreza, el desempleo, la
desnutrición, la pérdida de derechos, la seguridad social? ¿Se ocupa el gobierno
del futuro de la niñez, de los jóvenes, de los ancianos y del país? ¡Nada le
preocupa! Al contrario, está abriéndoles las puertas a los nuevos
conquistadores de ultramar y a los antipatriotas mexicanos, para instalar sus
negocios a costa del despojo de sus auténticos dueños. En la última década, México ha perdido alrededor del 50% de sus
ecosistemas naturales, documenta la Comisión Nacional para el Conocimiento y
Uso de la Biodiversidad, CONABIO. En su informe, Capital natural de México, reporta
que las selvas húmedas y secas, los pastizales, los bosques nublados, los
manglares y en menor grado los matorrales y los bosques templados, son los
ecosistemas más afectados por esas políticas
No les importa que esas empresas contaminen los
ríos, lagos, lagunas, presas y el medio ambiente. A su paso están alterando los
equilibrios ecológicos, despojando a los pueblo de sus propiedades y de sus
riquezas naturales. Mediante monitoreo y técnicas de percepción remota, la CONABIO
“calificó a 367 sitios como de atención prioritaria. En este estudio están 81
islas, 36 selvas secas en la costa del Océano Pacífico, 25 con ecosistemas de
dunas costeras, 50 en playas de arena y rocosas, y 81 sitios de manglar con
relevancia biológica y necesidades de rehabilitación ecológica”. En el estudio
se asienta que en los últimos 10 años, alrededor del 50 por ciento de los
ecosistemas han sufrido transformaciones que los han degradado. Esto ha
generado 220 conflictos sociales activos, ocasionados por las políticas económicas de
libre comercio y desregulación ambiental aplicadas por el Estado mexicano y por
la voracidad de las empresas nacionales y extranjeras. Es la degradación más
absurda de las políticas de EPN contra la biodiversidad
Ante la resistencia y la
lucha de personas y pueblos, el gobierno responde con la apertura de más y más
proyectos de muerte, entregados a las
transnacionales. En los últimos días el
gobierno de Puebla ha librado orden de aprehensión en contra de 10 labriegos más
de las comunidades de Atzizihuacan y Juan C Bonilla, bajo los cargos de
privación ilegal de la libertad y pandillerismo. En Iztacamaxtitlán reprime a
ciudadanos porque no quieren que la empresa canadiense Almadén Minerals, se
lleve 3.6 Ton de oro y 221 Ton de plata al año. Esas acciones jurídicas no
obedecen a que estos pobladores sean delincuentes, sino que es una respuesta represiva
del gobierno de Moreno Valle a quienes se oponen a la construcción del
gasoducto Morelos y al robo de sus riquezas. La persecución política contra
todo aquel ciudadano que ejerciendo sus derechos constitucionales, se atreve a
criticar a algún proyecto de obra o de servicios públicos, lo está metiendo a
la cárcel o de plano lo asesina
Por más que los gobiernos de
Veracruz, Puebla, Morelos y el federal, traten de sustentar que los procesos
legales que han abierto contra sus críticos están justificados, ha quedado
demostrado que existe una voluntad creciente de reprimir a todos los grupos
sociales que son considerados como “enemigos” por estas administraciones. Los
proyectos gubernamentales para despojar a los pueblos de sus riquezas
naturales, están ligados a proyectos de muerte y no les va a resultar fácil imponérselos
a los pueblos. Estos tienen derecho a que se les consulte, se les respeten sus
propiedades y su derecho a una vida digna y de bienestar. Contra esos proyectos
de muerte, millones de mexicanos vamos a resistir. ¡Que no les quepa duda!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario