Crítica, a la crítica
Por JESUS SOSA CASTRO
En su libro Neo porfirismo, hoy como ayer, Andrés Manuel
López Obrador hace un señalamiento incontrovertible sobre el papel que la
prensa jugó en esa época de la vida nacional. En ese período, dice, había “dos clases
de prensa, la vendida y la que estaba en venta” Hoy, ciento cuatro años
después, y con excepción de La Jornada, Proceso y dos que tres medios más, todo
está controlado, vendido o en venta. Si los “escritores inteligentes de antaño”
buscaban ser incluidos como diputados o estar en las nóminas del poder, hoy el
poder ha comprado a partidos completos. Ha producido hornadas de líderes
agachones y tiene en su cuna a un buen número de esos intelectuales que pomposamente
llaman “intelectuales orgánicos”
La burguesía mexicana de hoy aprendió sobradamente de las
prácticas porfiristas. Pues en más de cien años, no sólo se convirtió en una
burguesía absoluta, antinacional y rapaz, sino en un instrumento de control
económico, corporativo, casi feudal, cuyas políticas públicas las ha impuesto a
la sociedad de forma inmoral. Mediante los medios de comunicación y con el
apoyo de los partidos del sistema, ha generado mecanismos de control social que
serían la envidia de don Porfirio.
Antonio Gramsci escribía en su tiempo, que una característica de los
partidos es “la disciplina y la fidelidad” El PRI en sus ochenta y cinco años
de existencia, ha abonado mucho en esta dirección. Tiene un ejército de
borregos agachones que sólo levantan la cola para aprobar cuanto les ordena su
pastor
¿Por qué la burguesía y sus partidos han logrado impunemente
este control? Una razón puede ser que en el país la izquierda no ha podido
construir una fuerza
revolucionaria, eficiente, organizada, con un nivel de cultura política, armada
ideológicamente para derrotar a la burguesía parasitaria que nos está gobernando.
Esta izquierda no ha conmovido a los grupos sociales urbanos ni a los campesinos.
No ha entendido que juntos podríamos ser un torrente imparable para cambiar la
vida nacional. Eso entendía Maquiavelo y eso hicieron los jacobinos en la
Revolución francesa de 1789. ¡Derrocar a su burguesía!
En contraposición, el parlamento y los representativos de las demás
“instituciones” son un monumento a la cultura de la sumisión. Sólo unos cuantos
de éstos le hacen honor a sus funciones. El resto, castrados ideológica y
políticamente, han hecho de la democracia burguesa, el mejor punto de apoyo a
la procreación de un ato de rumiantes domesticados, mientras las fuerzas
democráticas muestran su incapacidad para
organizar a los obreros, los campesinos y a los movimientos sociales.
¿Cómo queremos, entonces, que estos sectores se conviertan en los referentes
obligados para el nacimiento de la nueva República? Los Diputados y Senadores, pronto
se homologaron a la lógica y al interés del poder burgués. Hoy esos políticos
abyectos se están quedando solos rumiando su servilismo
¿Ante esta situación, qué podemos hacer? La Inteligencia que milita en
Morena está obligada a profundizar su trabajo. No se trata sólo de forzar a los
medios para que ya no sigan mintiéndole a la gente. Se trata, a mi juicio, de
abrir expectativas de participación y de triunfo entre las masas, de implantar
en su conciencia el necesario cambio en la vida del país. Desterrar los dobles
lenguajes y las desconfianzas mutuas. Morena debe ser fiel a sus principios y a
sus ideales. Debe cumplir con sus dichos de que no repetirá los vicios de otros.
Impedir que personas o grupos, desfiguren su rostro. Reivindicar el derecho a la
autodeterminación de la gente en las formas de hacer política, en su relación con
los sectores en lucha y en el ejercicio del poder
Personalmente creo que enfrentamos a un Goliat lleno de mañas y de recursos.
Y si hemos de participar en estas condiciones, disputando los espacios a los
que el pueblo tiene derecho de acuerdo al Artículo 39 de la Constitución, usar
todos los medios que ésta garantiza, no sólo es un derecho sino una obligación.
Hay que hacer que esos espacios de poder sirvan a los intereses del pueblo.
Utilizar el parlamento debe significar un paso adelante en la intención de cambiar
y poner al desnudo el carácter mistificador de las instituciones
representativas. La participación política de las fuerzas democráticas y
revolucionarias no debe conducir al rechazo de tener representación en la vida
parlamentaria del estado burgués, sino aprovechar estas intermediaciones para cambiar
el país y hacer de nuestro quehacer partidista el instrumento que revolucione
las conciencias
Las clases medias que en otros momentos y en otros países han puesto en el
fascismo todas sus esperanzas, en el 2012, en México, votaron por un proyecto
político distinto al de la burguesía antinacional. Si Morena profundiza en su
cercanía con los obreros, campesinos, jóvenes, trabajadores y clase media; si
sus ideólogos e intelectuales concretan el proyecto político y económico que
propone; si además convierte la democracia, sus acciones y dichos en una
práctica común que autodetermine su función de partido al servicio de la gente,
Morena se convertirá, sin duda alguna, en la fuerza principal que, junto al pueblo,
logren el cambio que México necesita
Por todas estas razones, la crítica a la crítica no puede darse en forma
indiscriminada. Agraviar a alguien por intrigas políticas no puede ser una
práctica común en ninguna parte, menos en Morena. La aspiración de este Partido
Nuevo, debe ocuparse de algo superior. De una cultura tolerante, veraz,
defensora del derecho de opinión y de crítica. Su deber es hacer un ejercicio
democrático que sea el ejemplo y la diferencia con respecto a los otros
partidos. En Morena se debe desarrollar una capacidad intelectual y moral que
permita a cualquiera de sus miembros dar la cara con grandeza en cualquier
circunstancia. Porque el problema de
toda organización política, según Gramsci, no está en sus diferencias internas
sino en comprender cómo puede el pueblo y su partido, hasta ahora dominados, volverse
clase dirigente y ejercitar el poder político, económico y social. ¡Esto es lo
que hay que discutir y no andar gastando la pólvora en infiernitos!
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