El silencio de los políticos de
temporal
Por JESUS SOSA CASTRO
En Morena están a punto de cerrarse los plazos para definir las
candidaturas internas para gobernadores, diputados federales, locales y
alcaldes. Es una prueba de fuego que tendrá este nuevo partido. Sus dirigentes
principales han propalado la idea de que Morena está convirtiéndose en una fuerza
electoral importante en todo el país. ¡No lo dudo! Es tanto el desprestigio de
los partidos del sistema, incluido el PRD, que pareciera que el Movimiento
Regeneración Nacional, Morena, está en inmejorables condiciones para
convertirse en la fuerza política que los electores están esperando. Aunque a
decir verdad, el factor que juega como eje de esas posibilidades, es el partido,
el prestigio, el trabajo y la honestidad de Andrés Manuel López Obrador y no
los candidatos que se están promoviendo
A esto se debe que muchos de los políticos de medio pelo que irán como
candidatos a los puestos de elección el 7 de junio, los estén sacando de la
cuna para llevarlos a una batalla política que, parece, no estarán en
condiciones de librar. Casi dos tercios de éstos no son conocidos, no escriben,
no hacen nada, no proponen nada. ¡Tal vez se rigen con aquella máxima que reza que
en boca cerrada no entran moscas! ¿O será que temen que se evidencie su falta
de propuestas y de talento para representar a los ciudadanos?
Hay quienes afirman que el perfil no cuenta mucho, porque Andrés Manuel
y el nombre de Morena son quienes aportarán los votos. Ellos, dicen, serán los
que hagan posible el triunfo de sus candidaturas aunque estas no reúnan los
requerimientos políticos, culturales e ideológicos que se requieren para dar la
batalla en las distintas instancias legislativas y de gobierno. A la vista de
los ciudadanos, lo que vive el país es de suma gravedad y los políticos
sistémicos ya tocaron fondo. ¡Por allí ya no hay nada qué hacer! Se requiere una
nueva generación de representantes populares, con experiencia, cultos,
honestos, capaces de abrir las
compuertas que los grandes intereses económicos y financieros han puesto como
un valladar para que el pueblo siga siendo la carne de cañón de esas políticas
neoliberales, antidemocráticas y asesinas
Morena ha dicho que quiere ser la fuerza de los grandes cambios que
requiere la nación. Para lograr este objetivo histórico, se requiere
dimensionar su propia grandeza con cambios internos profundos. Necesita ser el
espejo en el que se miren la democrática, la inteligencia, la capacidad
política y sobre todo, que no aplique las mismas prácticas que han hecho de los
otros partidos el estercolero de los arribistas y corruptos. Se requiere de una
nueva casta de políticos que inspiren confianza, cercanía y apoyo de los
electores. De aquellos que están
decepcionados de la autollamada clase política. Ya hay demasiada pudrición como
para seguir aplicando procedimientos y prácticas que sólo alimentan la
apatía y la frustración cuando conocen a
los candidatos de medio cachete que se están proponiendo
Decirles a los militantes y a los ciudadanos que Morena es un partido
distinto y que en su alma se contienen la democracia, la transparencia y un
nuevo Proyecto de Nación, es un gran compromiso que hay que saberle cumplir a
la gente. Hay que hacerlo con propuestas que sean, de entrada, competitivas y capaces
por sí mismas de impulsar el triunfo electoral de Morena. Apostarle al
prestigio y al mérito de otros, mientras los candidatos callan, es por lo
menos, una forma de engañar a la gente. Si esto ocurre, estaremos dando pasos
en falso porque los electores no sabrían quienes son unos y quiénes son los
otros
Se dice que Morena no abrirá sus puertas a los arribistas y a los
corruptos sean quienes sean y vengan de donde vengan. Pero a la fecha parece
que eso es sólo un decir. Las redes sociales ya están dando cuenta de
candidatos de Morena que andan repartiendo cobijas y mostrando su rostro
verdadero. La mayor parte de quienes se quejan respecto de las propuestas de
candidatos que se andan haciendo por el país,
obedece al tipo de personas y a los métodos que se están imponiendo por
parte de los dirigentes. No atienden las propuestas de la militancia. Muchos no
se sabe quiénes son y qué hacen o tienen antecedentes de ser chapulines y
corruptos. Si esto no se ve ni se oye, ese amplio sector de electores que está
despertando y que ha tomado en serio lo dicho por Morena de que es una opción
diferente, se va sentir frustrado y engañado por los hechos en contrario que ya
se están conociendo
El temor de que alguien exprese ideas y propuestas que no se
correspondan con lo que plantean centralizadamente los órganos de dirección, es
una falacia. Lo grave está en que ese acatamiento inhibe la iniciativa política
de los candidatos y militantes y se hacen dependientes de las instrucciones de
arriba para poder darle sentido a su actuación y a su trabajo. Creo que por ahí
andan las cosas cuando veo en la prensa y en las redes sociales una ausencia
total de ideas y propuestas para que los electores potenciales observen de qué
lado masca la iguana. Muchos de esos candidatos navegan en las redes y cuando
mucho, se quedan en “me gusta” No hay creatividad ni hay esfuerzo alguno por
desarrolla ideas y proyectos. Todo lo esperan de “arriba”
¿Están haciendo bien los dirigentes de Morena tolerando o propiciando
esto? ¡Yo creo que no! Lo que debería impulsarse es la generación de planteamientos.
Que los candidatos, militantes y dirigentes, aprendan a entrar en contacto con
todos los sectores sociales, aprendiendo de ellos y participando con ellos, con
su pensamiento y con sus acciones en la defensa de sus intereses y derechos. El
pensamiento se desarrolla confrontándolo con las ideas de los demás. No se
aprende esperando que otros piensen y elaboren por cada uno de los candidatos o
de los militantes. Los cambios no sólo se hacen con votos, también se hacen con
ideas, con proyectos, con trabajo. Hablando con la gente y cortando de cuajo, con
lo que hoy ya no cabe en la esfera de la política. La antidemocracia, el
arribismo y la corrupción
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