El Perro, las pulgas y la abuela
golpeadora
Por JESUS SOSA CASTRO
Para contribuir al
éxito del acto político-electoral de AMLO en la Delegación Venustiano Carranza,
Manuel Zavala y yo recorrimos las estaciones del Metro La Villa y la explanada
de la Basílica de Guadalupe, para repartir propaganda. Por ser domingo, los
sujetos de nuestro trabajo serían los que entran y salen del transporte
colectivo y los que asisten al recinto religioso más importante del país. Se
trataba de que los volantes convocando al acto no se quedaran empaquetados,
toda vez que habían sido entregados tarde para su reparto casa por casa.
Durante este trabajo, comprobamos una vez más que hay una
franja social que le importa un carajo lo que está pasando en el país. Muchos
de los ciudadanos que abordamos, se negaban a recibir la propaganda. A leguas
se notaba que son unos analfabetos políticos. Ni siquiera saben que hay un
proceso electoral, y a la mejor ni les importa. Casi puedo asegurar que fue de
estos hechos de donde Vicente Fox, la víbora prieta de la política, sacó la tesis de que no se es feliz leyendo libros,
sino viviendo en la ignorancia.
Yo que confronté a muchos de los que se negaban a recibir los
volantes, percibí en su conducta cierto temor. Pensaban que les iba a vender algo
o les estaba pidiendo limosna. El comportamiento de estas personas, francamente
me encambronó. Su miedo y su rechazo a la lectura y a la información, es parte
de lo que explica lo que vive el país. Mucho de lo que pasa, tiene sus raíces
en el analfabetismo funcional y en el oscurantismo. Esta banda ancha, está aferrada
a una serie de prejuicios y alejamientos políticos, que permiten atropellos a
la dignidad y una grave afectación a la vida de la gente y del país.
En la noche del domingo me puse a revisar las noticias. Leí
las declaraciones de Pena Nieto, de Josefina y de Quadrì. Me produjeron una
enorme desazón. La banalidad y la huecura de sus “proyectos” son verdaderamente
lamentables, no contienen nada de nada. En las propuestas de AMLO, uno
encuentra planteamientos duros, claros, contundentes. Puede uno no
compartirlos, pero son propuestas serias para apoyarlas o rechazarlas. Su
planteamiento de que él no va por las reformas estructurales que están
demandando los empresarios y que son impuestas por el FMI, es un rechazo lleno de
razón. Dice que las reformas que necesita el país, se harán, pero a partir de las
necesidades y requerimientos de nuestra sociedad y no en interés de potencias o
corporativos extranjeros
AMLO está en lo justo. Casi treinta años de estar aplicando
estas políticas, solo ha conducido a incrementar la pobreza, la incultura y la
violencia. Y aunque hay razones de sobra para pensar que vamos a lograr el
cambio a partir del 1º de julio, no sería correcto pasar por alto que en el
haber de la Nación hay una parte importante de ciudadanos, mujeres y hombres,
que vendría siendo la prole de la prole, como dijera la hija del ventrílocuo de
televisa, que requiere atención inmediata. Su atraso y su incultura están
afectando el nuevo proyecto de Nación. Es una fuerza social que está al margen
de las decisiones nacionales y que en la coyuntura actual, este sector puede
ser fácilmente manipulado por las fuerzas promotoras del oscurantismo político
y cultural
Uno puede percibir que el PRIAN es el epítome de la
corrupción, de la vejez política y de la impunidad. A estas fuerzas hay que
castigarlas negándoles el voto el 1º de julio. Pero aunque hay pulgas que
buscan a sus perros para darle sentido a su vida, como dijera en una de sus
reflexiones el gran Uruguayo Eduardo Galeano, convendría tomar las medidas para
que este sector que vive en la inopia política, pueda ser incorporado no solo a
los beneficios del cambio, sino a su obligada participación en la lucha por
alcanzarlo. Este sector de los nadies a los que alude con creciente preocupación
este escritor, siempre está a la espera de que milagrosamente sanen o se
reduzcan sus miserias materiales. Si no luchan por el cambio verdadero jamás cambiará
su situación así tengan que ir todo el tiempo de rodillas a la Basílica
A los que hoy están marginados de las decisiones, hay que
hacerles ver que su futuro estará lleno de violencia y de incertidumbre si
siguen empeñados en ignorar lo que está pasándole al país. Hay que evitar que
en este sector de nuestra gente, se de la experiencia de la niña que hacía todo
por nada. Cuenta Galeano en El libro de los abrazos, que un día llegó la abuela
a la casa donde tenían a su nieta como esclava, entró con toda prisa, le dio
una paliza y se fue. La niña llorosa y moreteada oyó de su abuela: “No te pego
por lo que hiciste, sino por lo que vas a hacer” ¿Habrá tanto sin sentido en la
vida como para actuar con esta injusticia? Para qué llegar a eso, si con solo
alcanzar el cambio verdadero acabaremos con los regaños y las palizas de las
abuelas? ¡Carajo, que situación!
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