viernes, 24 de julio de 2015

El Presidente represor
Un texto de Armando Martínez Verdugo que ayuda a entender el por qué las resistencias populares deben articularse para triunfar. Ojalá que los maestros de la CNTE entiendan el sentido de este documento
Los gobiernos priistas y los priistas en general tienen mente de policía; su pensamiento y su cosmovisión les llevan a tener siempre a la mano el garrote, el puñal y el arma con  las que cifran todas las esperanzas de avasallar e imponer su voluntad. Toda la historia del priismo, sea cual sea el color con el que se vista (tricolor, azul, verde o amarillo) está llena de asesinatos, de torturas, de desapariciones forzadas, de criminalización de todo lo que toca. Unos más, otros menos, todos los gobiernos priistas están hechos de esta arcilla asesina. Se iniciaron con el asesinato de Madero, de Ricardo Flores Magón, de Emiliano Zapata, de Francisco Villa; se siguieron con el magnicidio a Colosio y Ruiz Massieu, pasando por el homicidio  de miles y miles de activistas y luchadores de nuestro pueblo
El actual jefe del Estado y del gobierno mexicano es un fiel guardián de esta tradición. Fue el gobernador que movió sus huestes para reprimir al pueblo de Atenco, para matar ahí y para violar ahí sin ningún miramiento. Todo al estilo priista.
El actual jefe del Estado y del gobierno mexicano, se hizo del cargo violando los principios constitucionales que obligan a una elección limpia. El mismo día de su coronación como Presidente de la República ordenó que a punta de garrote, de gases lacrimógenos y de una  parafernalia  fascistoide nada desluciera ni perturbara el acto en el que se le ungía como el nuevo patriarca y señor
Ya en el cargo, toda su gestión ha estado basada en movimientos de gendarme. No ha caído en la ridiculez del panista-priista Felipe Calderón, de vestir las charreteras,  pero sus políticas se han sostenido como aquél, en la fuerza represiva. En violación flagrante de la Carta Magna, ha convertido, lastimosamente, al ejército mexicano en un represor de los propios mexicanos. Lo ha llevado a la situación de un vulgar policía que allana domicilios, que detiene sin orden de aprehensión, que monta retenes y esculca vehículos y personas tratando a la población como seguros delincuentes. El priismo hecho Estado, hecho gobierno y hecho Presidencia, ha convertido a México en un país que ocupa el deshonroso primer lugar en  fabricar hombres superbillonarios y a millones de pobres, un país de tortura y de delitos de lesa humanidad. El priismo ha llevado al Ejército, a algo que esta institución no se merece, a ser agentes involucrados en violación de “viejitas”, en el asesinato de jóvenes estudiantes, en los terribles hechos de Tlatlaya, de Apatzingán, de Ayotzinapa,  de Santa María Ostula, de un sinnúmero de violaciones a los derechos humanos, de agravios a nuestro pueblo
El priismo es una práctica de liquidación de la soberanía nacional, es una cultura de sumisión y de entreguismo de todo el acervo histórico forjado por nuestro pueblo, de hipoteca del patrimonio de México. El priismo es servilismo a los grandes magnates transnacionales; es una práctica de ultrajes y de infamias a las mexicanas y a los mexicanos a quienes considera sin honor y sin dignidad, factibles de venderse por una despensa, por unas monedas, por  cemento y varilla; gente que todo lo olvida, hecha para la esclavitud y que no aguanta “un cañonazo de 20 mil pesos”, como diría uno de sus héroes más festejados
El actual jefe del Estado y de la Presidencia de la República es un preclaro representante de esa estirpe de vende-patrias. Todas sus tristemente célebres “reformas” son actos de servilismo al gran capital. Ha llevado al límite la entrega de la energía a los multibillonarios del planeta; ha impuesto el mayor despojo moderno del territorio nacional, abriendo las puertas para que los ricachones del mundo escarben nuestro suelo, roben el aire, el agua, esquilmen a todo lo que sea productivo exprimir. Hoy está lanzado a destruir al sistema de educación en México e imponer un sistema deshumanizado, mercantilizado y esterilizador; forjador de técnicos sin mente crítica ni propositiva
El priismo es corrupto y corruptor. No hay priista que no esté manchado con fraudes, con actos de tráfico de influencias, de enriquecimiento ilícito, de cohecho, de lavado de dinero; el priismo es terrorismo de Estado, de desaparición forzada, de tortura, de violación sistemática de los llamados derechos humanos
El actual jefe de Estado y de gobierno en México, todo su gabinete, está creando riqueza personal como siempre lo han hecho todos los priistas: usufructuando las arcas del Estado y el presupuesto como de su propiedad, usando el cargo para obtener propiedades, trabajando día con día para ser multibillonario una vez que le toque dejar el cargo a otro priista que vendrá a repetir la historia
Pero esa historia de saqueo, de despojos, de mentiras y de crímenes de lesa humanidad que es el priismo debe terminar; debemos ponerle un hasta aquí. Todo el pueblo mexicano debe levantarse a la lucha por sacar a esa casta de ladrones de la conducción político-estatal de la sociedad mexicana. El pueblo hará conciencia de esta necesidad, se organizará, se coordinará, forjará la fuerza necesaria para cambiar el rumbo de la historia de nuestro país









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