Los adictos al misterio y a los recovecos policíacos
Por JESUS SOSA CASTRO
Hoy hablaré de narcos, de corruptos, del entreguismo del
gobierno y del aplatanamiento de la gente, ¡Ya chole con las cuestiones
electorales! Resulta que tengo la manía de hacer, periódicamente, un recorrido
por el mercado de libros para ver las novedades que se han producido. No
encontré nada importante. Mucho de lo que está en las librerías es literatura
barata, de aquella que llaman literatura del corazón o libros de autoayuda. En un
sector de la prensa y en ese pudoroso mercado de libros, lo que abunda, lo que
se lee, lo que se busca o lo que se vende, son notas, artículos y textos que dan
cuenta del avance del narco y de la corrupción. ¡No es casual! El país está
invadido por estas lacras sociales. Creo que quieren distraernos de lo que pasa
con la economía, el empleo, la seguridad y la paz. Quieren que no miremos que
este país lo administran los narcos, los corruptos, los corruptores y los
mafiosos, todos, ladrones profesionales
Después de una reunión importantísima que tuve el fin de
semana con mis compañeros de Rumbo Proletario en el Estado de Morelos, me fui a
buscar el libro de Ricardo Monreal La larga travesía. Quería ver si sus vaivenes
políticos tienen asideros ideológicos que vienen del pasado o son resultado de
su futurismo. ¡No lo encontré! Regresé a mi casa y volví a releer Los
corruptores de Jorge Zepeda Patterson y dejé haciendo cola, el último libro
escrito por Haruki Murakami. Después de algunos minutos, ya me había
posesionado del contenido del libro de Jorge. Encontré una trama expectante, bien
trabajada y un abuso feliz del manejo de la prosa y de la actualidad política
que estamos viviendo en el país
Pues bien. Lo releí hasta terminarlo el martes a las 6 de la
tarde. Quien lo empieza a leer, no lo deja hasta concluirlo. Los pasos gatunos
de los asesinos y los maniacos desenfrenos narcosexuales de esta “clase política”
invitan a seguir hasta el final. Los albañales y el sigilo en que se mueven y
accionan estos personajes, alimenta la paranoia del lector para no dejar de
seguirlos. Son tan fuertes y perversos, que el autor logró meterlos en el
interés de los adictos al misterio y a los recovecos policíacos. La conjura se
ocupa de la política, del poder de las mafias, y del papel preponderante que ha
alcanzado la corrupción en las esferas gubernamentales
Es sabido que Jorge Zepeda Patterson es un estudioso de los
intríngulis del poder, de las deformaciones
y conductas de los líderes y burócratas que viven del presupuesto. Les ha
seguido los pasos a los que chapotean en las alcantarillas, cultivan el mote de
“jefes” y ha exhibido sus comportamientos, sus manías y las fuentes de su
poder. Es en estos niveles donde se dan las disputas políticas y donde los
lambiscones de oficio y desprovistos de pudor, cultivan la parafernalia
decadente en que se mueven estos sujetos. En Los amos de México, Los intocables,
y un poco en Los suspirantes -libros del mismo autor- se encuentran los antecedentes
de lo que hoy profundiza en Los corruptores. Destaca el conocimiento que tiene
de los políticos mexicanos y da un paso gigantesco para descubrir hasta dónde
ha llegado el crimen organizado en su apropiación de los puestos públicos
Encuentro un ingrediente nuevo en su libro. No se quedó
varado en lo que son y hacen los mafiosos y los políticos tranzas. ¡Tal vez ya
le resultaba aburrido! Los temas que
puso en los ojos de los lectores, tienen que ver con la habilidad del gobierno y
sus compinches para que la opinión pública se ocupe de los narcopolíticos,
mientras estos avanzan en el despojo que están cometiendo contra las riquezas
de la nación. Hábil como lo es, Jorge Zepeda Paterson adereza estos hechos exhibiendo los
asesinatos y los amoríos entre funcionarios y criminales
El autor de Los
corruptores sabe que hablar de los narcos y de los políticos del sistema, es la
misma cosa. La fuerza del relato policíaco, en nada demerita la contundencia con
la que los hampones del PRIANRD siguen haciendo de las suyas. Sobre todo,
porque no es un libro que hable de viejas historias. Sitúa a sus personajes en
los tiempos actuales y ubica, con toda atingencia, los posicionamientos y
compromisos que, por intereses de mafias, siguen tramando los líderes corruptos
de nueve de los diez partidos registrados
Jorge Zepeda Patterson exhibe los mecanismos que usan los
corruptores para doblarles el espinazo a los políticos hueseros. Señala que
aparte del dinero público que corre a borbollones entre gobernantes y
delincuentes, es el halago permanente y la amistad fingida que manejan “los
jefes” lo que termina por someter a sus contrapartes. Aunque lo grave que pone sobre
la mesa, es el hecho de que el poder del narco, la corrupción y el entreguismo,
es una triada que se ha instalado en los palacios de gobierno amparados por la
impunidad, la corrupción y el aplatanamiento de la gente. ¡No hay que andarle
buscando chiches a las culebras! Esto es lo que ocurre en el país y hay que
cambiarlo
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