Que los errores de los otros no sean
nunca los nuestros
Por JESÚS SOSA CASTRO
Una vez que terminó la gira de
trabajo de Andrés Manuel por el Estado de Chiapas, sería bueno que concentrara sus
esfuerzos en atender lo que a juicio de muchos, no se está haciendo bien en el
Comité Ejecutivo Nacional. Hay una sensación de parálisis política. No se mueve
nada. Los acontecimientos que han sacudido al país no conmueven a los
dirigentes. En el DF no hay Dirección, todo está desmantelado. A casi dos meses
del 7 de junio no se ha hecho un balance real, sin maquillajes, de los
resultados electorales. Si alguien ya lo hizo, la militancia y los que votaron
por sus candidatos, deben ser debidamente informados de cuáles fueron los
resultados, los buenos y los malos. El partido debe generar la certeza de que
Morena, es portadora de una práctica política distinta, que no será una
caricatura del PRD ni de cualquier otro partido. Tiene que decirle a nuestros
seguidores que los logros obtenidos son obra de los miembros y simpatizantes de
Morena
Que los que salieron electos para
ocupar los encargos de representación popular, habrán de mantener una subordinación
plena con el partido, que no pueden ni deben separarse, jamás, de las bases.
Que no podrán hacer mal uso de los recursos, porque eso es corrupción y hacerlo,
es ver en el partido una caja proveedora de ilícitos. Que el comportamiento de
los electos no tendrá en Morena el estribo para hacer carrera política o
convertirse en los nuevos tata mandones. Para la militancia debe quedar claro
que no habrá espacio para nadie que quiera actuar conforme a una lógica de
castas, con elitismo o con grupos de poder. Requerimos que las decisiones
fundamentales sean consultadas con las bases y se acabe con las prácticas autoritarias
e impositivas. Quienes no consultan con el partido, no escuchan al partido, no
le informan al partido, no construyen con el partido, no deberían tener cupo en
sus filas. ¡Hay que amarrar a todos los que quieren estar por encima de él!
Para que estas cosas no pasen se
requiere mucha vigilancia, actuación de la gente y conciencia de los
representantes. Los órganos de dirección deben acordar con los representantes
populares y funcionarios electos de Morena, para formular el Plan de Trabajo y/o
la “hoja de ruta” a la que deberá estar sometido su trabajo. Los elegidos no
podrán nombrar asesores a su libre albedrío. Debe hacerse en conjunto con los
órganos de dirección y evitar el nepotismo y el compadrazgo. Si algún elegido
no prepara sus intervenciones, si no respeta las posiciones políticas del
partido, si no informa a los electores que lo eligieron y a las instancias del
caso, ese representante puede y debe ser removido de su puesto y de sus funciones
tal como lo marcan los Estatutos
Todos los elegidos deben hacer
público su patrimonio, su ausencia o presencia de “conflictos de interés” Todos
los cargos, superiores e inferiores, deben ser trincheras para propagar las
políticas y proyectos de MORENA. El partido debe abrir curso a una manera
distinta de hacer política, a una cultura democrática, transparente,
cristalina, cercana al pueblo y al servicio del pueblo. Una cultura de combate,
de propuestas sustentables y de enraizamiento con los intereses de la gente. No
hay que dilapidar el esfuerzo hecho por cientos y miles de militantes antes y
durante la campaña. No deben dejarse atrapar por el trabajo en los cabildos o
en las cámaras. El poder de Morena está en el trabajo casa por casa y en el
contacto permanente con los ciudadanos
Si Morena repite lo que se hace
en el PRD, su futuro es la marginación y el oprobio. Las derrotas del 2006 y el
2012 crearon desánimo y frustración en amplios sectores de la sociedad. Los
triunfos de hoy, deben convertirse en una herramienta que levante los ánimos y
la confianza. Que el triunfo de Morena, sirva para resarcir esas derrotas y en catapultar
el trabajo para seguir avanzando. Si este capital no lo utilizamos bien, si no
caminamos con la gente, nuestro crédito político puede quedar severamente
lastimado. Para garantizar nuestros avances, desarrollos y triunfos futuros,
éstos deben fraguarse en el presente, en la actuación puntual de todos y cada
uno de los que dan vida a Morena
La opinión pública está dando
seguimiento a nuestros pasos. La dirección Nacional debería tomar nota de las
inconformidades internas que crecen en el país, examinar la conveniencia de que en una fecha
próxima, tal vez antes de que empiece el ejercicio de la nueva legislatura, se
convoque a una gran concentración
pública en la que estén
presentes todos los elegidos y todos los órganos de Dirección para presentar,
en la plaza pública y ante el pueblo, el proyecto político y los puntos
programáticos que serán motivo de nuestra lucha dentro y fuera del parlamento. Tenemos
la obligación de informar a la gente lo que en su nombre y con su apoyo, será
lo que haremos en la lucha por sus intereses
De inmediato hay que empezar con
la formación de cuadros. El manejo teórico, la capacitación política,
ideológica y organizativa son algo que no se puede posponer. Las traiciones,
corruptelas y prevaricaciones que ocurren en los partidos, tienen su origen en
el atraso político, en la cultura priista y en la falta de cuidado en la
selección de los cuadros. No es suficiente tener a personas honestas.
Necesitamos líderes altamente profesionales, conocedores de las técnicas
electorales, que enfrenten con éxito a las chuchas cuereras del PRIANRD; pero
sobre todo, necesitamos líderes capacitados en la política, en la ideología, en
los métodos de organización, sin lo cual, difícilmente podremos vencer a
nuestros adversarios. Nadie lo sabe ni lo puede todo. ¡Por lo tanto, ha llegado
el momento de mirar, de oír, de organizar y de tomar en cuenta a la gente! La
democracia no es lo que se dice sino lo que se ve y se siente. Y en esto, con
todo respeto para quienes dirigen a Morena, les falta pasar de las palabras a
los hechos, porque hasta ahora, la democracia en Morena tiene mucho de cuento ¡Acabemos
con estas mañas!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario